El hombre inventó el lenguaje para satisfacer su necesidad de quejarse.
Al fin y al cabo la vida es como una leyenda: no importa que sea larga, ni alegre, ni triste, sino que esté bien narrada. Mi vida a veces es rosa... pero la empañan los dias negros.
Paranoia de RaKeLuKy a las 7:16 p. m.
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